Panes y pasteles
Suele narrarse una ilustrativa anécdota a propósito de los orígenes de
- ¿Qué quiere el pueblo? –se dice que preguntó.
- Pan- se dice que le dijeron.
Se dice que entonces ella incurrió en una rabieta histórica, en una ofensa que habría de desatar tumultos sin retorno, definitivos.
- ¿No tienen pan? Que coman pasteles.
Sería simple creer que éste es el detonante de
Ustedes no tienen origen divino. No gobiernan por delegación de Dios. Los gobiernos deben ser ejercidos por los hombres y elegidos por los hombres.
¿Cómo se llegó a este despertar? La situación concreta de miseria social fue determinante, pero si sobre una situación de miseria no se monta una conciencia social, intelectual, un sistema de ideas o, digamos así, una ideología blasfema, negadora del orden instituido, nada habrá de pasar, por más extremo que el hambre sea. La respuesta de María Antonieta (el sarcasmo hiriente, desaforadamente ofensivo de recomendarles pasteles a los pobres ya que carecían de pan) no habría producido nada si no hubiera caído en medio de la siguiente situación coyuntural:
a) Los reyes no gobiernan por derecho divino.
b) La razón humana puede cambiar y mejorar la historia.
c) Todo cambio implica la superación de las desigualdades entre los hombres.
La conciencia social que leyó como intolerable la frase de María Antonieta había sido laboriosamente construida por los intelectuales de
Texto completo en José Pablo Feinmann Despertares ideológicos en Antología del Ensayo. http://www.ensayistas.org/antologia/XXA/feinmann/
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