martes, 26 de febrero de 2008

Lenguaje y conocimiento filosófico

Realidad, lenguaje y conocimiento no se identifican entre sí, pero el entramado de sus múltiples y complejas relaciones ha sido y es objeto de fecundas indagaciones filosóficas.

... el lenguaje, instrumento inmediato, hecho para ser inmediatamente superado en dirección a la cosa, de la que cada palabra es un esquema operatorio, y el objeto superado en dirección al concepto. J. P. Sartre

El lenguaje no es sólo una de las dotaciones de que está pertrechado el hombre tal como está en el mundo, sino que en él se basa y se representa el que los hombres simplemente tengan mundo. (...) Y esta existencia del mundo está constituida lingüísticamente. H.G.Gadamer

La posibilidad de conocer el mundo circundante descansa, en primer lugar, en nuestras sensaciones, percepciones y representaciones y, luego, en la posibilidad, a partir de ellas, de elaborar conceptos, juicios y razonamientos, mediante el pensamiento verbal, y darlos a conocer a los demás a través del lenguaje hablado o escrito. El idioma además de ser ¨…el instrumento que nos hará accesible nuestro entorno y circunstancias, será el soporte en el que se expresen informaciones y contenidos que serían definitivamente ajenos al mundo del sujeto si su adiestramiento en el manejo de ese soporte no es lo bastante exigente. (Núñez y del Teso, Semántica y pragmática del texto común. Editorial Cátedra, Madrid, 1996. p.18).

El lenguaje es el instrumento mediante el cual se construye y se transmite el conocimiento, de ahí su función epistémica. Como se conoce, la epistemología, (del griego episteme, conocimiento, y logos, teoría), es la rama de la filosofía que estudia los problemas filosóficos asociados a la teoría del conocimiento, por lo que se le identifica con esta y con la gnoseología (del griego gnosis, conocimiento y logos, teoría).

¿En qué consiste la función epistémica del lenguaje?

Consiste en la generación de conocimiento. El lenguaje es un instrumento epistemológico, o sea, que interviene en la generación de conocimiento nuevo. El conocimiento nuevo se desarrolla cuando se tiene conciencia de que las ideas que se han recuperado de la memoria, no se adaptan a las necesidades discursivas del contexto, por lo que resulta necesario elaborar nuevas ideas.

Al caracterizar los procesos de construcción de conocimientos en la ciencia, Bereiter y Scardamalia, consideran que son dos: decir el conocimiento y construir el conocimiento. El proceso de decir el conocimiento es esencialmente reproductivo y tiene lugar cuando simplemente exponemos las ideas y los criterios expresados por otros, lo que no implica actividad epistémica. El proceso de construir el conocimiento consiste en la elaboración de nuevos conceptos, ideas e interpretaciones de la realidad, lo que implica producir nuevos conocimientos y constituye una actividad epistémica por excelencia. (Bereiter y Scardamalia, citados por Cassany,Construir la escritura. Editorial Paidós, Barcelona, 1999.).


Chomsky afirma la existencia de una capacidad innata de la especie humana que sería el soporte del lenguaje. Según él se manifestaría en un conjunto de reglas de una gramática universal y, por tanto, común a todas las lenguas del mundo, de la que cada lengua en concreto sería una aplicación práctica. Así, se explicarían las similitudes profundas entre todas las lenguas a la vez que sus diferencias concretas, estas últimas como consecuencia concreta del desarrollo evolutivo y social de cada una de ellas.



miércoles, 20 de febrero de 2008

Aproximación al sentido social y al sentido subjetivo de la educación.

Se ha establecido que el sentido es una realidad que se construye, distinta del significado, en cuanto al orden o nivel de interpretación de la realidad. Y se ha aceptado, también que el sentido se constituye al conjugar dos dimensiones de la interpretación de la realidad: una, es la dimensión subjetiva o personal de la interpretación significativa de una realidad concreta, que es determinada por situaciones y circunstancias, personales y contextuales, concretas, del receptor inmerso en esa realidad y en sus procesos históricos, sociales y culturales; otra, es la dimensión intersubjetiva o social del significado de la misma realidad concreta.
Las dos dimensiones de la interpretación significativa de la realidad que se conjugan en la constitución del sentido, personal y social, concurren en su producción a través de una mediación dada, en procesos de comunicación o de educación y, al considerarlas de esta manera, nos revelan diversos factores constitutivos del sentido integrados tanto a la dimensión personal, como a la dimensión social. ( Corrales Díaz, C; 1996 en Sobre la producción de sentido).
Los marcos de referencia personales, una lógica de significación o hábitus, las aptitudes para la comunicación, percepción, cognición y capacidad simbólica, con un cierto grado de desarrollo, concurren como constitutivos en la dimensión de la producción personal o subjetiva del sentido. En cambio, los marcos de referencia adquiridos y compartidos dentro del grupo social, la experiencia histórica compartida por el grupo, la dinámica social característica del grupo y la lógica de significación, resultante de los marcos de referencia, experiencia histórica y dinámica social, que implica una forma compartida, propia de la cultura del grupo, de significar la experiencia de la realidad y de elaborar significados; confluyen como constitutivos en la producción social o intersubjetiva del sentido.
Dentro de esa dimensión social, que implica la interacción con los demás, se crea la dimensión intersubjetiva del sentido a través de los discursos sociales, que toman presencia objetivada, de tres formas posibles dentro de la interacción social a saber: porque refieren realidades concretas de manera reiterativa, recurrente, hasta el punto de dejar huellas que son algunas de las bases de los sentimientos, representaciones y actitudes sociales, porque refieren realidades impactantes a través de los efectos que causarán a partir de las referencias debido a que son realidades cercanas (geográfica y temporalmente), familiares y conocidas, que modificarán el sistema de relaciones y porque toman algún formato que hace posible el manejo de los mensajes con un sello o valor específico: emotivo, evocativo (sugestivo, simbólico, y cultural), convocativo (exhortativo), provocativo (llamativo, atractivo y motivante).
En los procesos educativos concurren de manera cotidiana, formas y mediaciones de producción de sentido que exige el reconocimiento de esa doble dimensión constitutiva para el mismo y la aceptación, por tanto, de un proceso evolutivo, de desarrollo y transformación, de la persona que educa y de la que se educa. Una de esas formas es el discurso magisterial, otra la relación de comunicación educativa con la que se dinamiza la relación maestro-alumno-contenido u objeto de aprendizaje y, una más, el proceso de transformación significativa de la educación.
La construcción de sentido en un proceso educativo implica realizar dos procesos: uno de significación y otro de interpretación integrada de los significados generados: El primero está orientado a detonar, de manera intencionada y consciente, la generación de significados acerca de una determinada realidad y en el segundo se propicia y busca la interpretación de esos significados desde las dos dimensiones necesarias para producir el sentido: personal/subjetiva y social/intersubjetiva.
La construcción de sentido en un proceso educativo implica, también, varios reconocimientos de los que hay que partir o que han de lograrse en ese proceso:
  • Reconocer: que educamos sobre la realidad y a partir de la realidad, en un proceso de toma de conciencia,
  • Reconocer que en ese proceso de toma de conciencia descubrimos y reconocemos la realidad en que vivimos, con toda su problemática y contradicciones.
  • Reconocer, también, que sólo cuando identificamos esa realidad como nuestra realidad y nos responsabilizamos de ella podremos trascender nuestra situación y circunstancia y nos comprometemos a trabajar por su transformación .
  • reconocer que es posible trascender las circunstancias de la ralidad, si trabajamos unidos y en colaboración, buscando nuestra liberación en comunidad, con madurez comunitaria.